Tras recibir el encargo del Consistorio, el estudio mallorquín Aulets ha llevado a cabo un proyecto sensible con su entorno y respetuoso con las prexistencias al mismo tiempo que plantea una solución óptima para un condicionante estructural primordial: el sobrepeso provocado por los miles de archivadores metálicos que se almacenarán sobre sus forjados. El proyecto se ubica en una parcela entre medianeras en pleno centro de la localidad, donde el paso del tiempo ha ido almacenando en su superficie restos del crecimiento urbano. Estos elementos han quedado integrados en la propuesta como parte de la historia material del edificio y de la ciudad.
Para optimizar la estructura se ha recurrido a un sistema de bóvedas de cañón, que permite optimizar el material y poder desplazar las cargas a las jácenas con grosores de hormigón menores que si fuera un forjado horizontal.
El edificio consta de dos plantas. En la planta baja se encuentra la recepción, el aseo, una zona de archivadores y una sala de consulta que se abre a un pequeño patio que conecta con el Ayuntamiento. La planta superior alberga los archivadores y una sala de consulta.