Yuecheng Courtyard Kindergarten

Una guardería pequinesa que trata de conciliar arquitecturas de diferentes épocas, conectándolas en un delicado ejercicio de coexistencia y respeto con el entorno.

MAD Architects recibe el encargo de diseñar una guardería ubicada junto a un apartamento para la tercera edad en Pekín, reflejando el espíritu de integración intergeneracional del cliente, que une educación preescolar con el cuidado de las personas mayores. El conjunto consiste en un patio Siheyuan del siglo XVIII, una réplica adyacente construida en la década de los 90 y un edificio moderno de cuatro plantas. MAD se decanta por eliminar el patio replicado y sustituirlo por otro nuevo que sostenga al de Siheyuan en la “palma de su mano”. El nuevo espacio establece una tensión con lo antiguo y lo envuelve de manera fluida y delicada en un contraste con la disposición estricta y ordenada de la estructura histórica.

La intervención forma una cubierta flotante que conecta varios espacios independientes que hacen sentir a las personas como si hubieran entrado en un reino completamente nuevo. La topografía ondulada del techo, junto con el empleo de distintos tonos de rojo y amarillo en los acabados de los muros y los pavimentos, dan lugar a una especie de paisaje marciano que invita a los niños a correr, jugar e interactuar entre ellos y con el entorno. Cuando se combina con el patio antiguo, los árboles y el cielo infinito, el ambiente inspira al pensamiento, la reflexión y la motivación personal.

En la planta baja aparecen tres patios alrededor de los viejos árboles del sitio original. Cada uno de ellos se corresponde con los del antiguo Siheyuan, proporcionando luz natural y ventilación a las aulas mientras unos toboganes conectan el paisaje de la cubierta con el nivel del suelo. En el interior se muestra una atmósfera cálida y brillante: en respuesta a la sensible sensación de escala y comodidad experimentada por los niños, se suspende una reja de aluminio del techo de manera de manera continua por toda la superficie, lo que rebaja la altura visual y contribuye a crear un ambiente familiar.

La envolvente se compone de paños de vidrio de suelo a techo que conectan visualmente con la antigua casa patio, donde tienen lugar las actividades extracurriculares y artísticas, y se sitúa la oficina para los empleados de la guardería. El programa se distribuye a través de un espacio fluido en el que destacan áreas de aprendizaje que no llegan a separarse físicamente, sino tan solo por muros curvos de vidrio (favoreciendo la espacialidad) que además soportan la cubierta. Se genera así un entorno de aprendizaje sin fronteras centrado en enriquecer la interacción entre los niños.