Un corazón diseñado con Silestone

El foco principal del espacio es el majestuoso mostrador iluminado hecho de piedra natural en un color verde lechoso. Colocado frente a la entrada, aparece como elemento clave entre la vegetación circundante. La belleza minimalista de Silestone Blanco Orion, con su fondo claro y sus delicadas vetas grises, aporta elegancia a todo el espacio. De fondo, el mostrador gana protagonismo gracias a los azulejos hechos a mano en formas orgánicas y a la superficie vidriada en su parte posterior. Sobre ellos, una rejilla de color gris claro y varios estantes, permiten mostrar el menú y los platos. Otro elemento interesante es el sofá tapizado diseñado a medida frente al mostrador, que crea un rincón privado de gran amplitud, gracias a un espejo.

La calma del blanco

En la sala, las mesas redondas con base de metal brillante y con sobre de Silestone Blanco Orion, están colocadas irregularmente por el espacio. Sobre ellas, lámparas colgantes señalan el punto y el foco. Blanco Orion, el mismo material utilizado para el mostrador, logra crear una sensación de coherencia visual y aporta con su pureza la calma necesaria para contrarrestar la fuerte energía de los elementos naturales. Toda la zona se entrelaza con una frondosa vegetación que aporta intimidad al separar sutilmente los espacios entre las mesas.

Un paraíso tropical

El baño es una transición a otro mundo, que nos lleva con nostalgia a un espacio de fantasía inspirado en el clima tropical. Enmarcado por papel tapiz con estampado de flores, un espejo angosto de suelo a techo con iluminación LED oculta, crea una gran amplitud, como una ilusión óptica. Completan el conjunto un lavabo de piedra en forma de cuenco y una encimera suspendida en el tono Silestone Eternal Calacatta Gold, que con sus vetas doradas aporta el toque elegante y añade una sensación onírica al baño.