Un hotel inspirado en la ciudad de Budapest

Materiales inspiradores en el hotel Crowne Plaza de Budapest

Los arquitectos del estudio Tremend, con sede en Varsovia, diseñaron los interiores del extraordinario hotel Crowne Plaza, ubicado en Budapest. La inspiración para el proyecto fue la diversidad cultural y estética de la capital húngara: cada parte del hotel nos hace viajar a una parte diferente de la ciudad y sus alrededores. En el proyecto se utilizaron superficies de Cosentino que aportan calidad y estética. Un material que los arquitectos ya habían utilizado anteriormente en otros proyectos hoteleros. Silestone fue elegido por su valor estético, su resistencia a las manchas y rayones y su gran durabilidad, idónea para zonas de alto tráfico.

Formas sencillas y colores naturales

La intención de los diseñadores era crear espacios que respondieran a las necesidades de las personas que viajaban tanto por negocios como por asuntos privados. De ahí los espacios abiertos, las formas sencillas y limpias, y los colores naturales con mucha presencia del color verde. El estudio de arquitectura, dirigido por Magdalena Federowicz -Boule, quería que los interiores se relacionaran con la historia y el contexto de la ciudad.

Un viaje por la ciudad

Cada parte del hotel está inspirada en una parte diferente de la ciudad o sus alrededores. La planta baja es una referencia a la histórica estación de tren, construida por el estudio Gustav Eiffel en el siglo XIX. Tanto en el vestíbulo como en la barra se utilizaron materiales variados: madera, acero, cristal, así como la superficie mineral híbrida Silestone by Cosentino en el distintivo color Eternal Marquina con una fuerte veta blanca.

Restaurante con terraza

En el primer piso del Hotel Crowne Plaza se encuentran las salas de conferencias y un restaurante con terraza. En el diseño interior del restaurante, los arquitectos han querido hacer guiños y referencias a los viñedos y las tradiciones de Hungría. Eligieron materiales de acabado naturales, como madera o terracota roja en el suelo. El beige natural y la vegetación tenue crean una atmósfera acogedora que recuerda a las pequeñas ciudades húngaras, pensada como zona para relajarse y tomar una copa de vino.