Una mesa que nos transporta a un jardín

Garden Table: diseño lúdico que nos transporta al exterior

La mesa Garden Table trasciende los límites de lo funcional para convertirse en una pieza inspiradora que nos transporta por su forma y materiales al aire libre, como si estuviéramos en el centro de un frondoso jardín. “La Garden Table está inspirada en el concepto de querer llevar el aire libre al interior de la casa y Cosentino fue el socio perfecto para que esto sucediera”, explica su diseñador, el arquitecto Colin Seah. El origen de esta mesa fue, de hecho, el propio material, según confiesa Seah.

“La Colección Kraftizen de Dekton es muy inspiradora porque evoca la sensación de estar en el exterior, una sensación de la naturaleza de las cosas. Casi te transporta a un lugar lejos del bullicio y la densidad urbana a la que estamos acostumbrados”, asegura Seah.

Un estuco en tonos rojizos

En concreto, el color elegido para esta mesa que actualmente se exhibe en el Cosentino City de Singapur, fue Umber, un terracota inspirado en el pigmento natural con el mismo nombre. Su tonalidad rojiza y su sutil relieve aportan mucha calidez al espacio. Toda la colección Kraftizen, de la que forma parte Umber, está inspirada en los estucos venecianos y aporta superficies de estilo minimalista y muy versátiles gracias a las tablas de gran formato. Además de su potente estética, para el diseñador fue fundamental la sostenibilidad y la durabilidad de Dekton, una superficie neutra en carbono en todo su ciclo de vida. Una superficie resistente a las manchas gracias a su baja porosidad, de fácil mantenimiento, que también es muy duradera frente a rayones o la luz del sol.

Una mesa de jardín muy original

“Quería diseñar una mesa que permitiera sentir que realmente estás en el jardín”, explica el diseñador, que integró en la pieza un espacio para poder albergar, a modo de maceta, una planta de grandes dimensiones. “Queríamos que la superficie pareciera flotar”, comenta Seah. “Para ello, creamos un borde muy delgado, e hicimos que la pesadez del material base casi desapareciera. También queríamos ser un poco juguetones. A diferencia de la típica mesa de cuatro patas, nuestra intención era crear cierta sensación de asimetría, ligeramente lúdica, por lo que hay dos patas que anclan una esquina, mientras que la otra parte de la mesa se apoya solo en un tocón sólido”, explica Seah. El resultado es una mesa liviana, con mucha personalidad.