El paradójico equilibrio entre lo estático y lo fluido
El estudio británico PATTERNITY se ha inspirado en los patrones de la naturaleza para crear Liquid, una serie de Dekton que rima lo estático de la piedra con el movimiento de lo líquido en la naturaleza
A veces, no hace falta más que mirar a la vida para encontrar las historias que han de ser contadas. Todo está ahí. Todo se organiza en torno a los procesos de la naturaleza, a sus formas y a sus movimientos. Incluso cómo somos y cómo nos situamos en el mundo.
Anna Murray y Grace Winteringham, fundadoras del estudio londinense PATTERNITY, tienen una longeva trayectoria de inspiración a partir de esa observación de las formas y movimientos de la naturaleza y han canalizado su connivencia con la geometría de la vida apuntando a algo concreto: los patrones.
“Mi patrón favorito es la espiral”, explica Anna Murray. “Puedes encontrarla en una semilla que comienza a germinar, en la coronilla de un bebé o en la forma de la Vía Láctea. Para mí, dice mucho de cómo está la vida de interrelacionada e interconectada”.
Quizás por esa inclinación a la observación de la naturaleza citan a Carl Sagan o Richard Attenborough, dos de los mayores divulgadores del mundo natural, como influencia.
También mencionan lugares capaces de fundir en una sola cosa lo humano y lo cósmico, como la jungla brasileña de esculturas de Inhotim; o los Jameos del Agua, de César Manrique, en Lanzarote.
Las diseñadoras británicas articulan su discurso alrededor de ese concepto: del patrón. Sobre todo, en las formas y el movimiento que los patrones adoptan en líquidos y fluidos.
El acercamiento a lo líquido, a lo fluido, es el principal vehículo conductor de Liquid, una espectacular serie de Dekton que forma parte de The Collection 2020. “La idea era plasmar nuestra filosofía en la marca Cosentino, aplicar nuestra manera de ver el mundo en sus superficies. Trabajamos con motivos y patrones visuales y siempre hay un significado o un mensaje subyacente en los patrones que creamos”, explica Grace Winteringham.
Las diseñadoras británicas articulan su discurso alrededor de ese concepto: del patrón. Sobre todo, en las formas y el movimiento que los patrones adoptan en líquidos y fluidos.
Grace Winteringham explica que es en esa dualidad donde se han sentido cómodas. “Vivimos en ambientes tan estáticos y sólidos que nos atraen los patrones que emergen de las cosas que se mueven y fluyen, que están constantemente en cambio. Sea el cielo, sea el agua o las olas, adoro que sea así, que no sea siempre igual”. Bajo esas premisas, PATTERNITY ha creado los tres colores de la serie de Dekton.
Liquid Sky es una alegoría del encuentro entre líquidos, de los principios físicos que rigen estas interacciones. Un homenaje a la energía circular y al movimiento perpetuo expresado mediante las elegantes vetas grises de esta propuesta.
Liquid Shell es un sobrio tono blanco roto que sugiere la naturaleza cíclica del mar, el ritmo propio de la naturaleza. Otro patrón, al fin y al cabo. Liquid Shell es el constante movimiento de las mareas, de la luna, de la vida.
Liquid Embers es el encuentro del fuego, la roca y el fluido. Una metáfora de lo que yace bajo nuestros pies, del magma y la incontrolable fuerza de lo volcánico.
Las tres propuestas son un grito en favor de la naturaleza y una apología de la sostenibilidad, un valor que resultó clave para que PATTERNITY encontrase la inspiración y confort necesarios para trabajar en el proyecto propuesto por Cosentino. “Hemos comenzado por algo que estábamos interesadas en explorar. Hemos visto cómo se expandía hacia la sostenibilidad y, al final, todo se convertía en un producto tangible. Ahora estamos empezando a verlo en revistas y sesiones de fotos y la gente está empezando a tenerlo en sus casas. Es impresionante ver todo ese viaje desplegado”.
PATTERNITY
Design