El estudio de la arquitecta alemana Anna Heringer ha aprovechado la Bienal Internacional de Bambú, celebrada en la localidad china de Baoxi, para investigar en torno a este material y a otros más pesados como los muros de piedra y la mampostería tradicional. El aumento del consumo de hormigón en los últimos tiempos ha incrementado el número de proyectos experimentales que buscan una alternativa viable en los materiales orgánicos, las técnicas constructivas innovadoras y la mano de obra cualificada. El objetivo principal es alcanzar un modelo para construir de forma sencilla, pero con sentido.
Las pequeñas construcciones acogen dos hostales y un pabellón de invitados. Las plantas constan de una serie de anillos concéntricos alrededor de un núcleo de tierra prensada donde se recogen las instalaciones. Estos anillos se atan entre sí a través de una celosía de bambú que aporta rigidez al conjunto. Entre ambos se disponen las zonas de dormir: unas celdas traslúcidas que se adosan al núcleo interior y que, por su ligereza, semejan las vasijas de cerámica Celadón típicas del lugar.