«El diseño tiene explicación. El arte, no. Eso los diferencia».
¿Qué le hizo cambiar la tabla de surf por el diseño y venirse a vivir a Europa?
La verdad es que soy muy playero, como sabes. Pero en realidad no cambié las tablas de surf por el arte o el diseño. Las pintaba porque tenía que ganarme la vida y al mismo tiempo necesitaba pintar. Aparte de eso, tenía mi estudio de arte y mi trabajo de diseño y las tablas de surf estaban donde había surfistas. Yo hacía surf, trabajaba y aprendía. Lo de venir a Europa fue, en primer lugar, para seguir a mi corazón, que es lo más importante y, en segundo lugar, para ampliar mis conocimientos y experiencia, conocer otras culturas y otras personas.
Su trabajo ha sido reconocido en todo el mundo. Pasó algún tiempo en Suiza, también en Japón…ahora vive en Francia y nació en Israel. ¿Dónde considera que está su hogar?
Mi hogar está allí donde estoy yo. Al menos es lo que me gusta pensar. Mi familia, mis seres queridos, mis hijos y mi mujer viven conmigo en París. El resto de la familia vive lejos, pero si echamos la vista atrás, así es como era antes. Me gusta ir siempre a los mismos sitios porque, como mi vida es muy poco rutinaria, me gusta crear algo permanente.
Después de viajar tanto por todo el mundo, ¿diría que el diseño es global?
La palabra diseño en sí ha dejado de tener significado porque todo, desde una pasta de dientes a un bote de laca, una plancha o una silla, se llama diseño, por lo que creo que requiere una nueva definición. Lo que es global es el pensamiento. Tenemos que pensar en el diseño como una ciencia, la ciencia de la vida cotidiana, la ciencia de vivir, la ciencia de la sociedad, la ciencia de la cultura, la ciencia de la tierra, la ciencia de la materia prima, etc. Eso es global y es específico de todos y cada uno de nosotros.
Arte, diseño... ¿están lejos el uno del otro?
Arte y diseño son cosas muy diferentes, sí, ya que su punto de partida inicial es completamente diferente desde una perspectiva intelectual. No se hace arte por las mismas razones. El diseño
tiene explicación, el arte no. El arte nace de una necesidad. Ambos pueden ser un músculo incontrolable. Pero el diseño requiere un impulso, alguien tiene que venir a decirte que necesita algo y entonces le haces preguntas y haces tu trabajo
siguiendo una metodología. En el arte te despiertas en mitad de la noche y tienes que hacerlo porque sí, porque si no lo haces, tendrás que pasar más tiempo con tu psicólogo.
tiene explicación, el arte no. El arte nace de una necesidad. Ambos pueden ser un músculo incontrolable. Pero el diseño requiere un impulso, alguien tiene que venir a decirte que necesita algo y entonces le haces preguntas y haces tu trabajo
siguiendo una metodología. En el arte te despiertas en mitad de la noche y tienes que hacerlo porque sí, porque si no lo haces, tendrás que pasar más tiempo con tu psicólogo.
«La palabra diseño ha dejado de tener significado. Necesita una redefinición»
«Crear para inspirarte es algo arrogante. Pero un poco de arrogancia es útil».
Usted tiene un enfoque multidisciplinar, ¿cómo definiría su profesión? ¿El diseño es solo una de las muchas formas en las que expresa su creatividad?
No sé si tengo una profesión. Lo que sí tengo es un medio de vida, hay cosas que tengo que hacer y otras que me gusta hacer. Tal vez diría que soy un tecno-poeta, un artista industrial, un artista de la vida, un padre o una madre… algo así.
En alguna ocasión dijo que le gustan las normas para poder saltárselas, ¿qué quiere decir?
No se trata de saltarse las normas, sino de rodearlas. Cuando conoces las limitaciones sabes cómo superarlas. Al menos puedes imaginar, planificar y proyectar cómo hacerlo a largo plazo. Si no conoces las normas, no sabes dónde están ni cuál es el límite, por lo que no puedes ir más allá. No me interesa correr siempre en la misma pista. Me interesa ir con mi compañero, sea quien sea, compañero de vida, compañero de negocios, compañero intelectual, e ir juntos a una pista en la que no haya estado antes.
¿La función es esencial a la hora de diseñar?
Absolutamente. La función es esencial, pero tenemos que definirla, de lo contrario no sabemos de qué estamos hablando, ¿verdad? En ese caso, si proporcionar placer es una función, entonces es una necesidad y me parece bien. Si la belleza es una función, también me parece bien. Pero si necesitas un macetero y no puedes echarle agua y la flor se muere, será un macetero para una flor seca, pero si no lo es… Es un tema muy polémico. Es como si tienes una mesa de comedor tan alta como una barra y las banquetas solo miden 40 cm, no te podrás sentar a comer. Creo que se llega a un punto en el que se trata del intelecto y los hábitos cotidianos, las necesidades están claras, solo tenemos que aplicar el sentido común, la observación y ser auténticos con lo que hacemos.
¿Qué pretende transmitir con su trabajo?
En el diseño, transmitir es… mi primer encuentro con el sector al que me dedico, con el compañero con el que estoy trabajando. Para mí no estoy prestando un servicio, estoy trabajando y los estoy llevando a ellos y a mí a un nuevo futuro. Si la gente lo usa, si mejoro su vida cotidiana un tanto por ciento, un 10 % o un 0,000000 %, es bueno porque lo importante es progresar. No se puede crear daño, pobreza o disfunción, eso no es lo que hace el diseño como profesión… Los diseñadores tenemos una responsabilidad y debemos ser conscientes de ella y aplicarla cada día.
¿Cree que hay que crear espacios que inspiren a la gente?
Creo que si creas un espacio para inspirar, estás asumiendo que sabes cómo hacerlo. Para mí es una suposición algo arrogante, un poco de arrogancia es útil y necesaria, pero a la gente le inspiran tantas cosas diferentes que es imposible predecirlo. Mucha gente me pregunta: ¿de dónde viene su inspiración? Si supiera de dónde viene mi inspiración iría allí todos los días con una bolsa, la metería dentro con una pala y me la llevaría a casa. Pero no se sabe. A mí me inspiran mis 55 años de experiencia así que, si alguien sale de una gran reunión o de una gran comida a un espacio es posible que se sienta inspirado, pero si el espacio es menos inspirador que la reunión, entonces no es inspirador en sí, por mucho que pienses que para ti sí lo es. Lo importante es abrir puertas. Para hacerlo hay que darle a la gente la posibilidad de imaginar, es la antítesis de la organización social.
¿Qué papel tienen los materiales en su visión del diseño?
El material lo es todo, es la fuente, tanto natural como artificial… te basas en él, es la clave de todo, hay que construir el castillo desde los cimientos y los materiales son los cimientos. Una vez que entiendes su capacidad, la aplicas en los lugares adecuados. Aplicar un material inadecuado en un lugar incorrecto puede ser un desastre, pero también puede dar lugar a una sensación de «¡ooooh!» indescriptible y hacerte sentir algo nuevo, algo que podría ser bueno…todo depende de cómo te tomes la vida.
Cosentino es una empresa española. ¿Cuál es su relación con España?
Mi relación con España se remonta históricamente a mis tatatarabuelos, porque los expulsaron en el siglo XVI. Me encanta venir
a España porque es un país mediterráneo y, al mismo tiempo, tiene un carácter fuerte y hermoso. Es muy pintoresco, muy peculiar, es impresionante desde ese punto de vista e históricamente ha sido un país dinámico con muchas historias por el camino.
a España porque es un país mediterráneo y, al mismo tiempo, tiene un carácter fuerte y hermoso. Es muy pintoresco, muy peculiar, es impresionante desde ese punto de vista e históricamente ha sido un país dinámico con muchas historias por el camino.
Arik Levy
Designer