El diseñador de moda Jorge Redondo, director creativo de la firma Redondo Brand, acaba de inaugurar su primera boutique en Madrid, en la que ha apostado por crear un nuevo concepto de lujo en el que mostrar su ropa desde una experiencia inmersiva. El local, ubicado en la calle Claudio Coello 25, en pleno barrio Salamanca, ha sido diseñado por Gonzalo Aquerreta, del estudio GAS, quien ha logrado reflejar la identidad de marca de la firma de moda y, al mismo tiempo, crear un ambiente elegante y, en cierta medida, neutro, para servir de contexto a los diseños de moda de Redondo.

“Queríamos crear un entorno que se aproximase a la idea que se tiene del lujo en cuanto a los materiales y la riqueza del entorno, tratado en un lenguaje ultramoderno y con materiales nobles, como es la piedra”, explica Aquerreta. Dos materiales principales han formado parte de este objetivo, entre ellos Sensa Platino de Cosentino.

El local cuenta con 120 metros cuadrados de tienda y 150 de almacén. Originalmente, el espacio estaba muy zonificado y el gran reto arquitectónico fue crear un diseño unificado. “Crear una narrativa que invitase al público a adentrarse y recorrer completamente el local y lograr que el espacio acompañara la experiencia de compra” fueron los objetivos del arquitecto, en sus propias palabras. Para Jorge Redondo, el objetivo era conseguir “un espacio en el que todas mis prendas se sintieran cómodas”.

La paleta de colores elegida cabalga entre tonos neutros, desde grises a beige, creando una sensación de neutralidad que abraza todo el local en la que se combinan estilos clásico y contemporáneo.

Especializado en ropa de fiesta, de colores atrevidos y formas exuberantes, Jorge Redondo ha escalado en poco tiempo hasta situarse como uno de los diseñadores más potentes del panorama actual español. Esta es su primera tienda y, en ella, hay cabida para su colección prêt-à-porter y para la Redondo Edition, una serie de piezas de edición limitada. Todo ello ha sido tenido en cuenta por el arquitecto a la hora de diseñar las diferentes áreas del local, con una primera planta para la ropa más asequible, y una planta baja en la que la atmósfera se vuelve más acogedora e íntima, perfecta para las prendas más exclusivas.

“Tuvimos claro desde el principio que queríamos un elemento importante que, nada más entrar, acogiera al público y que tuviera ese punto de arquitectura de calidad y de lujo”, explica Redondo. Así, en la primera planta, nada más entrar se ha creado un concepto de galería en el que destaca el gran arco monolítico de entrada, que ha sido revestido con Sensa.

El color elegido para este elemento protagonista fue Platino, una cuarcita gris procedente de Brasil cuya formación mineral aporta una belleza pura. El movimiento de sus vetas, sinuoso e irregular, genera un movimiento elegante que se complementa con el equilibrio de su acabado leather, sin brillo y de textura especial. “El tono encaja a la perfección con las paredes grises y también nos aporta ese aspecto de arquitectura clásica que teníamos claro para este proyecto”, apunta Redondo.

Con el uso de estos materiales, el arquitecto ha logrado crear una atmósfera que se aleja de la suntuosidad de otras boutiques de moda. “Queríamos huir de la teatralidad pero sin perder la imagen de marca que Jorge nos pedía, y haciendo siempre referencia al trabajo manual y al buen hacer”, explica Aquerreta.

En contraste con esta primera planta, se han utilizado formas orgánicas y curvas para generar un recorrido a través de la escalera que baja a la planta baja, donde se encuentran los probadores.

Un gran sofá preside este espacio relajado con piezas de mobiliario de estilo minimalista, como percheros y estanterías, diseñados ad hoc por el estudio GAS y fabricados en acero.