El icónico Palacio de Congresos del Kursaal de San Sebastián alberga el nuevo restaurante Muka, del chef vasco Andoni Luis Aduriz. Desde el propio nombre, que significa ‘ceniza del fuego’ en euskera, el restaurante nos invita a un concepto que gira en torno al fuego, la forma de sus llamas, la intensidad de las brasas y su importancia en la cocina a la parrilla, que es el hilo conductor de la propuesta gastronómica del aclamado chef.

El nuevo establecimiento tiene la intención, en palabras del chef, de “explorar las formas del fuego y todo lo que se puede hacer alrededor de unas brasas”, con una oferta pensada para compartir a base de productos locales de temporada. “Era un reto muy desafiante. Este local, que está en uno de los mejores emplazamientos, queremos que, en primer lugar, seduzca a la gente de la zona. Vamos a cocinar como se cocinaba toda la vida”, apunta.

El espacio de Muka responde a este mismo concepto con un diseño pensado para acompañar a los comensales de una forma sensorial. Firmado por el arquitecto Íñigo Gómez de Segura y el interiorista Luis García de Alemany, el local cuenta con una zona de brasa en la que se cocinan la mayor parte de los platos y que es visible desde todas las mesas y la zona de bar.

“Para mucha gente, el tiempo que dedican a comer es uno de sus grandes momentos del día”, comenta el chef. “Cuando se trabaja en un espacio dedicado a abstraer a la gente, le quieres imbuir en un mundo diseñado para pasarlo muy bien y se necesita un diseño para que todo vaya en esa dirección”, añade. “Además, se necesitan espacios que sean bellos para la gente que está trabajando que te ayuden a creer de una forma muy intuitiva, que la belleza llame a la belleza”.

Parte del concepto de belleza sobre el que se ha diseñado todo el restaurante tiene que ver con los materiales utilizados, entre los que destaca Dekton. “Estos materiales, con los que nosotros estamos encantados, están muy alineados también con algo que hacemos mucho en Muka, que es nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático”, asegura Aduriz. “Nosotros seguimos dándole placer a la gente por encima de todo, pero, en el fondo, por debajo, resulta que estamos muy comprometidos con el consumo de verduras, por ejemplo”.

Ambas se dan la mano a la hora de elegir las superficies de Cosentino. “Estos materiales responden a una necesidad exigente en una cocina, donde se genera mucha suciedad y hay que limpiarla constantemente y, a la vez, son cocinas abiertas que invitan a ser vistas”, explica el chef.

Gracias a las características técnicas de Dekton y Silestone, las superficies elegidas responden perfectamente a estas demandas. Su fácil limpieza y mantenimiento son cualidades que las convierten en superficies altamente higiénicas. Además, son resistentes a las manchas y a los arañazos, por lo que mantienen su aspecto perfecto, incluso en superficies de trabajo intenso como las barras de Muka.

Los colores elegidos para el local contribuyen al mismo concepto estético aportando elegancia y un equilibrio visual lleno de armonía. Para la superficie de trabajo de las barras se ha utilizado el elegante Dekton Entzo, inspirado en el mármol Calacatta Gold.

Un toque natural y elegante gracias a sus vetas doradas que dialoga con el toque industrial que aporta Dekton Trilium, aplicado como revestimiento en la base de las barras y en las paredes. La mezcla de colores inspirados en las piedras volcánicas de este color dan el toque sofisticado al espacio. Además, Dekton Kovik viste las paredes ubicadas frente a la barra, creando una atmósfera acogedora y envolvente con su tono neutro en gris claro.