“Lo más interesante de este proyecto fue lograr convertir este gran loft de estilo industrial, que originalmente había sido una fábrica y ya había sido reciclado en los años 90, en una vivienda familiar con clima de hogar, cálido, pero, a su vez, con diseño vanguardista”, explican desde Estudio Palombo, encargado de la reforma.

Para acometer la transformación, el despacho apostó por texturas limpias y colores blancos y neutros, rematando el espacio con superficies de metal y Dekton en negro y endulzándolo con la presencia de la madera.

El resultado es una vivienda de 150 metros cuadrados con rincones diferenciados para toda la familia: un gran salón conectado a la cocina, un amplio comedor, una sala de televisión para los adultos, otra para los más pequeños, despacho, zona de barbacoa…

Para crear todos estos ambientes se construyó un nuevo entrepiso que hizo crecer la superficie total del lugar. La ilusión de continuidad propia de los lofts, por su parte, se mantuvo gracias al uso de puertas de cristal: “Conseguimos conectar la cocina con el área social, pero, a su vez, separarla con puertas de hierro y vidrio, dejándola a la vista para lucirla como objeto decorativo”, explican desde el estudio.

Y en cuanto a esta estancia, añaden: “La premisa era lograr una gran barra, pero el loft contaba en principio con una cocina más acotada que la actual, así que hubo que ampliarla”. Ahora, este espacio luce una enorme y majestuosa isla en dos alturas en Dekton Bergen, inspirado en la piedra natural Portobello. Este color busca la perfección en tono, estructura y fondo a través de la belleza de sus vetas grisáceas con patrón escultórico, ejecutadas sobre una base blanquecina.

“Es un diseño sumamente cálido, con una veta tan real que lo hace lucir como una piedra natural sin correr riesgos de usar materiales porosos, como los mármoles veteados”, señalan desde Estudio Palombo. “Es la mezcla justa de estética y practicidad”.

Estas características son especialmente valoradas por los nuevos dueños de la casa: “Provenientes del sector gastronómico, los clientes suelen cocinar y preparar ellos mismos comidas especiales para recibir visitas. Era fundamental contar con superficies que no se mancharan, que no se dañaran ni marcaran y que resistieran altas temperaturas”, añaden desde la firma.

Por cumplir todos estos requisitos, Dekton también fue seleccionado para crear la superficie de la encimera del área de la barbacoa y del office, así como de la gran mesa a medida colocada en el área de comedor que pertenece al salón. En todos los casos, el color elegido fue Sirius, un negro con sensación visual texturizada y toques verdosos que aporta fuerza al interiorismo. “Lo elegimos para generar impacto visual”, explican los profesionales.

Para la encimera del bar también se utilizó Dekton, en este caso, en su color Kelya. Con un toque de particularidad, este tono se inspira en los mármoles oscuros con vetas claras para crear ambientes especialmente sofisticados.