AtrásEl proyecto, como su propio nombre indica, se sitúa entre colinas, y cuenta con unas vistas increíbles. En una zona que se caracteriza por vientos del sur fríos, éste fue el principal factor a tener en cuenta para afrontar el diseño. Por todo el campo autraliano se encuentran unos pequeños cobertizos para almacenar el heno, de estructura metálica y abiertas en sus lados aunque cubiertas, éstas fueron un importante motivo de inspiración para el arquitecto.
La gran cubierta de 900 m2 cumple varias funciones, protege del viento y lo desvía, mientras que ofrece sombra y luz natural directa al mismo tiempo dependiendo de la hora del día y la época del año, pero además actúa un refugio intermedio entre la naturaleza que la rodea y el interior de la casa, se trata de un espacio en el que uno ya se encuentra protegido.
La casa se distribuye situando la zona de estar y patio al norte para recibir el mayor calor y luz solar posible, protegido a la vez por el terreno remodelado que se encuentra al sur, y también por la cubierta operable.
