Heladería Brando

El proyecto parte de tres premisas fun¬damentales: un presupuesto reducido, el desarrollo de una imagen reconocible y un tiempo de ejecución limitado

Con estos puntos de partida, se propone la creación de un paisaje artificial en pleno centro histórico de Madrid capaz de desdibujar la percepción de la escala a través del color. Esta estrategia responde a una economía de medios —evita la demolición para reducir al mínimo la generación de residuos— y, además, unifica el interior al dejar visibles las distintas capas históricas del local.

El programa se organiza en dos bandas paralelas separadas por una pieza revestida con espuma de poliuretano proyectado que actúa como mostrador, barra y encimera, y que libera el espacio restante. La luminaria circular de textil tensado se erige como elemento central y foco de atención desde el exterior. Gracias a su variación de color continua, esta pieza dota al local de cualidades físicas y emocionales.