El campanario de la nueva Iglesia de El Señor de la Misericordia alcanza los 43 metros de altura. Pertenece a una estructura de brazos alargados y geométricos que se proyectan desde la sala central hacia el cielo. Uno busca llamar la atención de los visitantes más alejados, mientras que los otros tres iluminan el espacio interior con intensidad pero de forma indirecta. Debido al clima intenso de la ciudad de Monterrey, era prioritario evitar la radiación directa que pudiese elevar la temperatura de forma descontrolada. Estos tres lucernarios se sitúan sobre las capillas laterales y se inclinan para conseguir distintos colores de luz.

La sala principal está estrechamente relacionada con su entorno. Una serie de antesalas la envuelven, abriéndose total o parcialmente hacia ella. Otros elementos, como la gran marquesina que protege la entrada, la conecta con el exterior de forma fluida, como una extensión del interior cuando la afluencia de público desborda la capacidad del templo. Además, para mejorar las condiciones interiores sin recurrir al aire acondicionado, se diseñó una cubierta con un espacio tal entre la estructura exterior y la envolvente interior que funcionase como un colchón térmico.