Si la arquitectura comenzó con el uso no modificado de elementos naturales siendo gradualmente reemplazada por estructuras construidas con métodos sencillos y sin pretensiones; sería justo decir que el paisaje natural y la arquitectura han formado un entorno integrado desde el principio, basado en una fuerte continuidad.
En palabras de Ishigami, el arquitecto busca encontrar formas de construir un nuevo tipo de arquitectura, usando métodos constructivos y materiales de larga tradición local, y complementándolos con las técnicas y tecnologías de la arquitectura contemporánea. En este caso, crea una cubierta flotante, una lámina de pizarra que se eleva desde el suelo, sostenido por delgadísimos pilares que lo convierten en un refugio. La lluvia fluye suavemente por la agregación de piedras que se superponen; la estructura sirve como un techo gigantesco que se asemeja a un paisaje alpino rocoso.
El contraste entre la presencia pesada de una cubierta de piedra y la sensación de ligereza conforman una nueva extensión del paisaje. Peso y ligereza, aleatoriedad y deliberación, naturaleza y artificio, antiguo y moderno, misterio y funcionalidad, paisaje natural y arquitectura: mezclando y fusionando estos y otros valores vistos como polos opuestos para producir un nuevo entorno.
Serpentine Pavilion 2019
Junya Ishigami + Associates
Londres, Reino Unido