MINI LIVING - Breathe es una investigación sobre formas urbanas de habitar preocupadas por el uso útil de los recursos. La instalación cuestiona las maneras de habitar convencionales y demuestra cómo la arquitectura puede reaccionar de forma creativa ante desafíos futuros, protagonizados por la tendencia a la reducción de los espacios habitables, así como el cada vez mayor déficit de recursos en zonas urbanas.

De esta forma, siendo fieles a los principios de "usos creativos del espacio" y de "mínimo impacto medioambiental", la instalación desarrolla espacios habitables atractivos para tres inquilinos en un area de 5 metros de ancho y 10 de alto. El concepto entiende la vivienda como un ecosistema activo que puede contribuir positivamente a su enterno. La piel transparente asegura estancias luminosas en el interior. Además, el jardín de cubierta, con plantas grandes que producen oxígeno mejora la calidad del aire en un ambiente congestionado urbano. Además, la construcción permite recoger el agua pluvial para su reciclaje.