Tarima flotante o suelo laminado

¿Tarima flotante o suelo laminado? Todas las opciones para solería

A la hora de escoger suelos para salones, cocinas y dormitorios tenemos una amplia variedad de opciones a nuestra disposición. De todas ellas dos de las más conocidas son las relativas a tarima flotante y suelo laminado, pero también existen otras alternativas polivalentes para todos los espacios de un hogar.

Las similitudes y la fama que han alcanzado la tarima flotante y el suelo laminado han motivado que a veces se confundan conceptos y características de cada uno. Por ese motivo, vamos, no solo vamos a ayudarte a diferenciarlos para que puedas elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades, sino que también te detallamos el resto de opciones con las que cuentas más allá de estos dos archiconocidos tipos de suelos. Un adelanto: los suelos Dekton y Silestone son nuestra opciones de solería estrella.

 

¿Qué es la tarima flotante?

La tarima flotante consiste en madera natural, fabricada con maderas nobles y duras de alta resistencia al desgaste.

Las tablas de tarima flotante pueden variar mucho entre ellas y, de hecho, se suelen preparar a medida de las necesidades del espacio sobre el que se va a trabajar.

 

¿Y el suelo laminado?

El suelo laminado consiste en una mezcla de materiales sintéticos con apariencia de madera.

Las tablas de suelo laminado suelen tener medidas estándar y el espesor que ocupan en su instalación es mínimo, de aproximadamente 8 mm.

Imagen número 76 de ¿Tarima flotante o suelo laminado? Todas las opciones para solería
Ejemplo suelo laminado

Tarima flotante vs suelo laminado: todas las diferencias

Además de los materiales con que están fabricados estos suelos, hay otras diferencias importantes entre ambas opciones.

La primera es referente a su instalación. La tarima flotante no se coloca directamente sobre el suelo existente, sino que se clava o se atornilla a unos tirantes que se colocan previamente.

Una vez colocado el suelo, se hace un lijado general con el que se eliminan imperfecciones y se obtiene una horizontalidad perfecta.

En conclusión, requiere mucho trabajo. Instalar una tarima flotante va a precisar tiempo y dedicación, sobre todo si el área a ocupar es de gran extensión.

El suelo laminado, en cambio, destaca por su facilidad de instalación. Se coloca sobre un suelo anterior o sobre una base creada expresamente, normalmente de hormigón.

El proceso de colocación es sencillo. Se encastran unas tablas con otras, sin necesidad de atornillar, clavar o pegar.

Esto hace que la instalación de un suelo laminado sea considerablemente más rápida, sin que por ello implique menor calidad en el acabado final.

En cuanto a estética también hay cierta diferencia entre tarima flotante y suelo laminado. La tarima flotante actualmente se puede encontrar en muchos acabados y la madera natural con la que está fabricada ofrece un resultado visual espectacular.

Ahora bien, el suelo laminado cuenta con infinidad de acabados, desde los más realistas que simulan perfectamente la madera hasta opciones totalmente irreales pero con una atractivo estético que supera todas las expectativas.

El mantenimiento de cada suelo es otra cuestión a tener en cuenta, porque ambos tienen ventajas y desventajas.

La tarima flotante puede mancharse con facilidad o incluso estropearse ante el impacto de cualquier objeto que cae sobre él con suficiente fuerza. La ventaja que tiene es que puede tratarse. Un pequeño trabajo de lijado permite volver a tener la superficie casi como el primer día.

El suelo laminado es algo más resistente a las manchas y más fácil de limpiar. Sin embargo, en caso de que se estropee por corrosión, impacto o desgaste de cualquier tipo, no se puede arreglar. Es necesario sustituir las tablas afectadas por otras nuevas.

 

Cómo elegir entre suelo laminado o tarima flotante

Aparte del presupuesto que tengas para este proyecto (el suelo laminado suele ofrecer soluciones más económicas) hay otros aspectos a tener en cuenta para elegir bien entre ambas opciones.

La primera de ellas es de tipo estructural. Hay que analizar y valorar el espesor que puede ocupar la tarima flotante y si es aplicable en el área sobre el que se quiere trabajar.

La estética es otro factor clave, dado que es importante escoger el acabado ideal para tu vivienda o negocio.

Estos y muchos otros aspectos los valoramos siempre en un servicio personalizado para encontrar el suelo perfecto para tus objetivos, tanto si finalmente es suelo laminado, tarima flotante o cualquier otra opción de las muchas que tenemos disponibles.

 

Más allá del suelo laminado o tarima flotante: una alternativa más resistente

Estética, fácil mantenimiento, innovación y sostenibilidad. Fuera del suelo laminado o la tarima flotante Cosentino ofrece una amplia gama de solería para espacios interiores y exteriores gracias a Dekton.

Suelo Dekton mejor que laminado
Suelo Dekton más resistente que tarima flotante

Suelos Dekton, para espacios de gran continuidad y formato 

La polivalencia de la superficie ultracompacta Dekton, que mezcla en su composición más de 20 minerales naturales, la convierten en una gran opción de pavimento y suelo, con alta resistencia a impactos y rayados.

Su amplio catálogo de acabados, incluido el color Valterra, inspirado en la madera natural, hace que se adapte a todos los estilos de decoración y espacios.

Además, los suelos Dekton son resistentes a la acción de los rayos ultravioleta, por lo que el efecto del sol en suelos exteriores no altera su acabado ni colores.

Es especialmente útil en espacios de gran continuidad al presentar un número mínimo de juntas que, además, gracias a su escaso índice de dilatación pueden ser realmente estrechas, solo 2 mm.

Su gran variedad de espesores (8, 12 y 20 mm) se complementa con Dekton Slim, que con sus 4 mm está especialmente indicado para el revestimiento de paredes y muebles, logrando  un efecto de continuidad aún mayor.

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